FRANCISCO MIGUEL MENOR RUS, —es un hombre que se define así mismo, como persona perfeccionista, inconformista y muy activa, no siendo sus 42 años de edad una traba a la hora de compaginar perfectamente sus dos grandes aficiones ( el ciclismo y la pintura).
Nació en Linares (Jaén) en 1970. De formación autodidacta, pues debo reconocer en mi caso, que la afición por la pintura empezó el día 1 de Enero del año 2009 y por una casualidad.
Él dice:
“Ahora siento la necesidad de expresarme, refugiándome de un modo natural en el dibujo . Cada día más, me apasiona y me ofrece una vía para expresar todo mi amor hacia lo que está vivo , analizando la espiritualidad y la belleza de lo que me rodea. A menudo pienso, incluso sueño que pinto y cuando no pinto tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo\".
Si tuviera que clasificar mi estilo, yo lo definiría de realista que cada vez se acerca mas al hiperrealismo , de encuadre actual, composición personal, perspectiva lineal y color equilibrado, gama rica en matices, luces y contraluces, limpios de color y composición llena de dificultades. En cuanto a la temática, predomina el paisaje urbano e interior y también el difícil tema de los retratos.
Sus obras son muy variadas y su técnica varía entre la utilización del ACRÍLICO, el ÓLEO, la ACUARELA o el PASTEL.
Como participaciones más recientes, lo ha hecho en varias ocasiones en los prestigiosos “PREMIOS EJERCITO DE TIERRA”, en su modalidad de PINTURA.
Participación en los Premios Ejercito de Tierra 2010 con la obra: \"EL TOQUE DE ORACIÓN\"
Participación en los Premios Ejercito de Tierra 2011 con la obra: \"NUESTRA UME\"
Participación en los Premios Ejercito de Tierra 2012 con la obra: \"CARCELERO\"
En la actualidad, ha realizado un amplio abanico de obras en diferentes tamaños y acabados y que se pueden ver en la siguiente dirección:
http://fmenrus.artelista.com
FRANCISCO, tiene como objetivo, seguir plasmando en la tela esas ideas que le vienen a la cabeza (entre pedalada y pedalada ) cuando circula en solitario con su bicicleta por las carreteras cordobesas.
En esa soledad (solo perturbada por los pitidos de los claxon de algunos conductores), se van construyendo sus proyectos.